domingo, 3 de febrero de 2008

Nacho López

"La virtud de la fotografía –porque ésta no cambiará al mundo–consiste en servir de enlace, de comunión entre los seres humanos".
Nacho López

“Calles/miradas/gestos/todo se va borrando deformando degradando”1 y gracias a la fotografía es que podemos apreciar los diferentes mundos que conforman a la Ciudad de México. John Mraz, historiador gráfico, se enfoca sobre el trabajo de Nacho López (Tampico, 1923-México, D.F., 1986) en el fotoperiodismo mexicano (1950-1959), y lo hace tanto desde el contexto que dominó su trabajo, como desde las revistas ilustradas más importantes de los años cincuenta en las cuales fue publicado (Hoy, Mañana y Siempre!). Nacho López y el fotoperiodismo mexicano en los años cincuenta empieza por definir qué tipo de fotoperiodista era Nacho López y resulta interesante nombrar los distintos roles de los fotógrafos, quienes ocupaban puestos que iban desde fotógrafo de prensa, reportero gráfico, fotorreportero a fotoensayista. En este momento quizá nos preguntemos, ¿cuál es la diferencia entre uno y otro? La diferencia estriba en el grado de libertad con la que pueden manejarse. Así, Nacho López es descubierto como fotoensayista, ya que su trabajo gozaba de autonomía creativa (sólo realizó dos fotorreportajes).

John Mraz, a través de cuatro capítulos que conforman su obra, analiza al fotoperiodista por medio de la historia del país en los años cincuenta (el alemanismo), por medio de la prensa escrita y finalmente gracias a las revistas ilustradas.

El autor sitúa la obra de López dentro del contexto de su publicación para establecer una interpretación entre su fotografía, su obra publicada y las revistas en las que la difundió. De igual forma, llama la atención sobre la manera en que las imágenes originales se reencuadraron (cropped) al publicarlas y la relación entre éstas y el pie que las acompaña (el cual en la mayoría de los casos es de N. L.). También es importante estudiar los negativos guardados por López, ya que de alguna manera nos permiten enterarnos del grado de censura que existía en esa época.
López enfocó su obra sobre los pobres y desamparados, buscando contrastar con el concepto de mexicanidad que se manejaba en los años cincuenta. En su trabajo se advierte la invención de formas novedosas e incorporación de métodos como vendría a ser el dirigir el acto fotográfico, un ejemplo extremo lo representa su trabajo titulado “Cuando una mujer parte plaza por Madero”. Quizá la mayoría de sus imágenes publicadas en las revistas ilustradas fueron dirigidas de una u otra manera, como muestra del deseo constante que manifestó desde joven de ser director de cine (faceta de este gran artista que por momentos parece olvidarse).

Los fotoensayos de Nacho López estuvieron destinados a ser consumidos por las clases media y alta del régimen de Miguel Alemán (1946-1952), hecho que resulta contrastante ya que los mejor logrados son los que retratan a los humildes y a los desamparados de la Ciudad de México, a las otras caras de esta gran urbe y sus alrededores.

Este libro se centra en un estudio de sus fotoensayos más importantes. Analiza el estilo narrativo de López, su enfoque, sus ángulos de visión, los puntos de vista que le son característicos, lo real tal como lo concibe y lo capta.

López es considerado el principal teórico dentro del fotoperiodismo mexicano, ya que como pocos, mostró un gran interés por reflexionar en torno a su oficio y se alejó de aquellos que estaban condicionados a fotografiar sólo lo que se les asignaba.Además, a Nacho López es reconocido como el fotógrafo documental más importante en la historia reciente de México, pero aún se está luchando porque sea visto como uno de los grandes artistas del siglo XX.

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